La energía electromagnética viaja en ondas y abarca un amplio espectro desde ondas de radio muy largas hasta rayos gamma muy cortos. El ojo humano solo puede detectar una pequeña porción de este espectro llamado luz visible. Una radio detecta una porción diferente del espectro, y una máquina de rayos X usa otra porción más. Los instrumentos científicos de la NASA usan el rango completo del espectro electromagnético para estudiar la Tierra, el sistema solar y el universo más allá.
Cuando sintoniza su radio, mira televisión, envía un mensaje de texto o hace palomitas de maíz en un horno de microondas, está utilizando energía electromagnética. Dependes de esta energía cada hora de cada día. Sin ella, el mundo que conoces no podría existir.
Nuestra atmósfera protectora
Nuestro Sol es una fuente de energía en todo el espectro, y su radiación electromagnética bombardea nuestra atmósfera constantemente. Sin embargo, la atmósfera de la Tierra nos protege de la exposición a un rango de ondas de mayor energía que pueden ser dañinas para la vida. Los rayos gamma, los rayos X y algunas ondas ultravioletas son “ionizantes”, lo que significa que estas ondas tienen una energía tan alta que pueden eliminar electrones de los átomos. La exposición a estas ondas de alta energía puede alterar los átomos y las moléculas y causar daños a las células en la materia orgánica. Estos cambios en las células a veces pueden ser útiles, como cuando la radiación se usa para matar las células cancerosas, y otras veces no, como cuando nos quemamos con el sol.
Ventanas atmosféricas
La radiación electromagnética es reflejada o absorbida principalmente por varios gases en la atmósfera de la Tierra, entre los que destacan el vapor de agua, el dióxido de carbono y el ozono. Parte de la radiación, como la luz visible, pasa en gran medida (se transmite) a través de la atmósfera. Estas regiones del espectro con longitudes de onda que pueden atravesar la atmósfera se denominan “ventanas atmosféricas”. Algunas microondas incluso pueden pasar a través de las nubes, lo que las convierte en la mejor longitud de onda para transmitir señales de comunicación satelital.
Si bien nuestra atmósfera es esencial para proteger la vida en la Tierra y mantener el planeta habitable, no es muy útil cuando se trata de estudiar fuentes de radiación de alta energía en el espacio. Los instrumentos deben colocarse sobre la atmósfera de absorción de energía de la Tierra para “ver” una energía más alta e incluso algunas fuentes de luz de menor energía, como los quásares.
Principio de la página | Siguiente: Anatomía de una onda electromagnética
Cita
APA
Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, Dirección de Misión Científica. (2010) Introducción al espectro electromagnético. Consultado [insertar fecha – p. Ej. 10 de agosto de 2016] , del sitio web de NASA Science: http://science.nasa.gov/ems/01_intro
MLA
Dirección de Misión Científica. “Introducción al espectro electromagnético” Ciencia de la NASA . 2010. Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio. [insertar fecha – p. Ej. 10 de agosto de 2016] http://science.nasa.gov/ems/01_intro